Por que cuando le fallas a alguien que te importa el fallo vale el doble, es doblemente amargo, es doblemente decepcionante, es doblemente jodido...cuesta el doble arreglarlo, pero cuando lo haces por segunda vez, entonces el fallo no es que valga el doble, es que corre el riesgo de volverse habitual, tan habitual que fallarle a la gente sea tu apodo, tu mote, tu señal de fuego.
domingo, 27 de diciembre de 2009
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4 comentarios:
Fallar a alguien?, quizás ese fallo sea un acierto, quién sabe ... La vida tiene sus ciclos y por supuesto las personas también.
Bravo!
Somos humanos, fallamos inevitablemente aunque nos gustaría no hacerlo.
muacks.
es esencia de lo humano fallar constantemente, eso nos hace madurar... pero que no se haga costumbre
Uffff, no sé. Yo es que trato de no fallarle a los demás. Al menos no a quienes me importan mucho, pero debe ser terrible cargar con esas culpas.
Un abrazo inmenso.
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